Cuento tradicional leonés recogido por Julio Camarena. Villalibre de Somoza. 1986.
Durante la primavera la Niebla y la Vergüenza se hicieron amigas. Acudían a todas las fiestas. Parecían inseparables... Pero al llegar el verano, tocaba despedirse. Partían cada una a destinos diferentes. Se abrazaron y se miraron profundamente a los ojos.
- ¡Oye! Y tú Niebla ¿Si te busco cómo te puedo encontrar?
- Mira, Vergüenza, con los calores estoy en los altos y en invierno en los valles. ¿Y tú? ¿Si te pierdes de mi vista dónde puedo hallarte?
- En ningún lado, hija, porque una vez que se ha perdido la Vergüenza... ya no se vuelve a encontrar.
¿Lo sabes porque eres un desvergonzado?:-D
ResponderEliminarMe ha gustado. Tiene lógica que la Vergüenza busque la amistad de la Niebla.
Un abrazo.
Gracias Torcuato. Claro que tiene lógica y sí, soy un desvergonzado... Gracias por la invitación a participar en el microrrelatista. Ole.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho este micro con "retranca", como dicen en Aragón. La última frase me resulta como en exceso coloquial, yo la haría más contundente, pero es sólo una opinión. Un abrazo fuerte, y sin ninguna vergüenza :-D
ResponderEliminarTotal... la verguenza tampoco sirve de mucho, en cierta forma no te deja ser tu mismo. Así que Niebla..., ya supiste lo que era y ahora toca seguir tu camino.
ResponderEliminarAbrazos sin vergüenzas
Maite a mi en cambio el final me encanta, tenía una amiga que decía "tu no has perdido la vergüenza ni la has conocido nunca" no sé por qué me hacía mucha gracia.
ResponderEliminarAbrazos azorados
Yo cada vez soy menos vergonzoso, aunque lo sigo siendo para algunas cosas (tontas la gran mayoría)...no estoy deacuerdo con Su, en que la verguenza no te deja ser tu mismo, creo que la verguenza forma parte de las peculiaridades de las personas, que le hacen, a quién la tiene, una persona vergonzosa y tímida, que también tiene su encanto en muchas ocasiones.
ResponderEliminarMe cuelgo del comentario de Torcuato para destacar la interesante relación que pueden tener la Vergüenza y la Niebla.
ResponderEliminarAbrazos,
PABLO GONZ
Ni tan siquiera se busca, aunque sea tu amiga.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Un abrazo
Pues creo que aunque parece que se haya perdido, a veces aparece cuando menos te lo esperas :-)
ResponderEliminarSaludillos desvergonzados (casi siempre)
Maite... Tal vez sea cierto que con mas contundencia se puede cerrar e texto, pero tengo miedo a dejarlo menos sugerente... Pienso a ver como.
ResponderEliminarSu la vergüenza sirve de poco y además no te comes un colín, pero en fin, si uno es tímido ¿Qué puede hacer?
Anita, benditos aquellos cuya inocencia y desconocimiento de lo malo, no les permite tener vergUenza.
Arkangel, si que puede tener encanto la tímidez, tal vez por el misterio de neblinas que ofrece.
Pablo, sí, a veces me despendolo y no me sujeta nada... Ja ja ja
Bicefalepena, vergonzosa o tímida, pero con buena compañía siempre.
Puck, cuando vuelve a aparecer es que no se ha perdido del todo.