martes, 28 de septiembre de 2010

¿Qué te llevas tú?


La bailarina se había hecho vieja y sus piernas se volvieron frágiles. La cuerda de la cajita de música no dura eternamente. Ahora en vez de bailar, sonríe o llora. Cada sonrisa es una pirueta pensada. Cada lágrima una nota menos.
La vida es el baile de risas y llantos que acontece cuando queriendo tocar el cielo, nos dejamos atrapar por la tierra, pero, si al morir el tango ha sido bueno, los ángeles aplauden.
La anciana bailarina entre aplausos hizo su último giro. Lo único que se pudo llevar de este mundo es el recuerdo de haber hecho su danza con sinceridad. No bailó lo que le mandaban, ni lo que otros bailaban, bailó a su ritmo, movió su aliento... Fue transparente como el agua.

martes, 21 de septiembre de 2010

CURSO DE CUENTACUENTOS. Octubre 2010.


Os dejo este aviso por si queréis asistir. Inscripciones en Alquite 987238057/987215600

lunes, 20 de septiembre de 2010

Las cartas y los paraguas.


Todos los años hacemos en el pueblo un gran campeonato de mus. De premio un cordero. Ese año quería que se enterara todo el mundo. Deseaba ver caras nuevas sentadas en la mesa del bar de Cipriano. Retos que superar ordago a ordago. Puse carteles, lo anuncie por internet, por la emisora de radio aficionado y hasta se lo dije a mi suegra Tomasa, que al ser una cotilla recalcitrante, sabía que era el mejor modo de difusión. Eso sí, le pedí por favor que no se lo dijera a nadie.
Cuando llegaron los marcianos dispuestos a participar. Con sus antenas verdes... Ilusionados por el cordero. Entendí que me había pasado con el marketing. No nos atrevíamos a negarles la partida, pero estabamos asustados. Además las bases no contemplaban el caso.
Lo cierto es que lo ganaban todo. Tenían la boca como un pajar, envidaban de farol, juraban palabrotas raras y de vez en cuando se equivocaban de idioma, usando el francés. Les encantaba el orujo de hierbas.
En la final, los cuatro cara a cara. Fermín y yo contra ellos. El campeonato sería interestelar. Llegaron sus colegas, igual de verdes y empezaron a hacer ruidos desagradables con sus labios grandotes. En el planeta rojo es un modo de animar. Lo malo fue cuando nos dimos cuenta de que hacían trampa. Algo en sus antenas iba demasiado bien. Sabían gracias a ellas las cartas que teníamos, pero no teníamos narices a decir nada.
Fermín de los nervios bebió mas de la cuenta y en una mano trampera, no pudo más:
- Aquí se monta la guerra de los mundos. - Sacó la navaja que tenía para cortar el chorizo.
- ¡Joder! Frena Fermín que estos nos invaden.
Cuando sacarón la pistola de rayos verdes y volatilizaron la botella de coñac. Nos acojonamos. Fermín iba a guardar la navaja. Pero entonces entro mi suegra con el paraguas y se lío a paraguazos con ellos. Salieron con viento fresco. Se metieron en sus naves y no regresaron jamás. Venció la especie dominante. Eso sí, en la huida robaron , por arte de magia, todos los corderos del pueblo.
¡Esto clama revancha! La señora Tomasa esta hablando con la nasa, prepara paraguas para una invasión. Yo he puesto carteles para retarles a una nueva partida, amistosa, eso sí, con las antenas vendadas. A ver si de ese modo evitamos la guerra planetaria.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

El diablo sobre papeles.


Miró con compasión la torre de impresos. ¡Pobre diablo! Iba a ser condenado a muerte. Rezó un momento por su descanso eterno. Se conmovió de su desgracia. Después firmo la sentencia definitiva. Ya se sabe... A Dios rogando y con el mazo dando.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Mondas y payasadas.

Dedicado a Emma.

Limón tenía celos de Lima. Si ella se ponía la nariz más grande. Limón se la ponía más roja. Si Lima zapatones, él botas caperas de chupame la punta. La payasa se daba una culada. El payaso dos. Si ella una voltereta... él tres. Un tartazo para la cara blanca de la moza ... dos para la suya. Un aplauso de menos y miraba al público enfadado.
Lima se dio un martillazo en el pecho y Limón, para no ser menos, se clavó un puñal en el corazón. Afortunadamente, en vez de sangre salió un chorro de confeti. El público se mondaba de la risa. Aún se ven las mondas por el suelo. Reir: dícese de arrancar del alma la tristeza y el aburrimiento.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Tener grillos en la cabeza.


Las estampas de otoño empequeñecen. Tomás miraba tranquilo el paisaje. Al caer, la hoja del abedul sonó como una batukada. El jilguero al cantar como una metralleta y las nubes al arrastrarse por el viento como un tenedor rasgando un plato.

Al descubrirse sus dos alitas, Tomás se puso a frotarlas con deleite. Se embriagó de sonido. Una grilla se asomó a su cueva provocativa. Tomás se entregó a ella hasta primavera. Ya se sabe… florecer ensancha el alma.