miércoles, 30 de enero de 2008

También llueve hacia arriba. Las nubes florecen.

Consejo para los que pueden caminar. Cambia tu vieja visión de las cosas. Elige una silla nueva que te permita soñar y ojalá sea una silla con motor de optimismo y respeto a los demás.

Abrazo a los que caminan con el alma, aunque su cuerpo esté en reposo, espero aprender de vuestra paciencia y capacidad de observación. Si el hombre tiene alas, esas son las del pensamiento y si puede ser pájaro es por la imaginación.

Desconozco el autor de este hermoso dibujo que encontré por internet: Alla va la historia...

Las escaleras del cine me privaron de ver la pelicula, el bordillo de la acera me encerró en casa y la tarima elevada de la clase nunca me permitió salir a la pizarra, pero hoy tengo una nueva libertad, una que quiero explicarte. Pensé que mi vida condicionaba las vidas de mi familia, creí que nunca saldría adelante por mi mismo. "Victimismo" piensas, "Exageración, tal vez".¿Al pájaro que no sabe volar qué le hará feliz?

Esta mañana he descubierto que se puede andar sin piernas y volar sin alas, y que a pesar de todo, al jilguero siempre le queda el canto. Esta mañana me han regalado una de esas sillas electrónicas, una de las mas baratas, pero que puede subir bordillos pequeños y me permite pasear, ir a tomar un café, a la universidad solo y sobre todo me da un nuevo horizonte. Cierto que se me cansa un poco el cuello de tanto darle a la palanca con la boca, pero por primera vez no me importa carecer de fuerza en los brazos, porque hay una fuerza mayor que la física, esa es la fuerza del alma. Hoy mis pensamientos son un hormiguero ordenado, metódico y alegre, aunque soy el mismo de ayer, recibiendo las mismas palmaditas y miradas extrañas de los que no me conocen. Bien sé yo lo que muchos piensan de mi: "¿Quién es ese? Pobrecillo. Mira como mueve solo la cabeza temblorosa." Ya no me da rabia, no me irritan esas miradas de falsa caridad, hoy sonrió a todos, habló con fuerza, a pesar de mi tartamudez, detrás este cuerpo, que anteayer consideraba una cárcel, hay un corazón que late ¡Bon Bon! ¡Bon Bon! Cada latido un grito, cada grito una liberación, cada sonrisa un peldaño que subo, cada peldaño una cara mas de gente que comprende que ser diferente no es razón para tener lastima

¿Cuantos quisieran después de tener una carencia probar el sabor de la libertad? ¿ Cuántos aunque andan y mueven los brazos, no saben danzar con el espíritu? Aquí termina la historia de cuando aprendí lo valioso de mis abrazos y la virtud de ser el que soy. Si fuera de otro modo, ya no sería yo.


1 comentario:

  1. Ole, ole y ole! que actitud más valiente! esa es a manera de ira para adelante. ¡Animo!

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