viernes, 11 de junio de 2010

PEQUEÑECES


Pequeñeces
chispas de satisfacción,
el milagro de la nuez
que no estaba hueca,
descolgar y oír tu voz,
un pedazo digno de pan
rico y sobre la mesa.

Menudencias
la conciencia tranquila,
andar calmo paseando
tranquilidad y dicha
en la violencia agitada
del triste hormiguero.

Cada cual apila su montón
unos de vanidad,
otros de oro,
aquel de soledad,
tú de silencio tenso
y me da por soplarlos todos
esparciendo en la brisa
penas, egos, batallas,
dudas, temores, fealdades,
miserias, violencia y desierto
para que el aire se los lleve.

Insignificancias.
la fragancia de la piel amada,
un balón rodando en el patio,
el rabo de un perrillo vagabundo
que baila al ritmo de tu risa
y la lisa templanza azul
del cielo alto de otoño.

¿Qué puede haber más grande?

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